Guía Roselló de cómo sobrevivir la ciber-sobresaturación
Nuestra teórica cibercultural de cabecera, Elisabet Roselló, ha lanzado una guía que no os podéis perder, amiguitos. Como ella misma la describe: Es una guía con métodos y trucos para sobrevivir a la infoxicación o saturación de información, para todas.
Entonces acá está y a seguir su consejo: guárdalo en tu gestor favorito, o descárgalo, y acompáñalo de algo fresquito
>>Descárgate aquí la [Breve y simple] Guía de supervivencia a la saturación de información<<
Estamos en una época repleta de muchísima información bastante accesible y fácil de encontrar. Información que atiende a temas de nuestro día a día, así como de nuestras aficiones o incluso pasiones más secretas, como la colección de gifs de gatitos, quien sabe…
La cuestión es que la abundancia de contenidos e información nos conduce a la sensación, a muchos tipos de personas, de que nos falta tiempo para saber “lo suficiente” de algo, y algunas hasta alcanzan un grado de ansiedad por impotencia, especialmente si sus trabajos lidian con el manejo de datos.
A esto se le conoce como FOMO o Fear of Missing Out (Miedo de perderse algo), una ansiedad generada por la sensación de que nos vamos a perder algo importante si no estamos atentos.
Sea para lidiar con información para nuestro trabajo, para nuestros derechos políticos, o sobre intereses y aficiones, nos enfrentamos esta sobreabundancia de información, que es una condición habitual en la Sociedad de la Información, y nos conduce a situar como una competencia esencial en cualquier persona el saber como gestionar la información.
En este post de hoy trataré de dar unas pinceladas sobre algunos métodos y herramientas que conozco y algunas incluso utilizo. Encontrarás este artículo, dada su extensión, en un pdf, para que puedas descargártelo. Si quieres compartirlo, te agradeceré mucho que lo hagas mediante este propio post!
>>Descárgate aquí la [Breve y simple] Guía de supervivencia a la saturación de información<<
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http://www.elisabetrosello.com/blog/guia-en-pdf-como-sobrevivir-a-la-sobresaturacion-de-informacion/
Reseña Diálogos Ilusorios de Jim Campbell
ER.ES un CYBERPUNK?
Este fue un póster de 1993, de R. U Sirius para la Revista MONDO 2000 (precursora cyberpunk de bOING bOING), que te mostraba todos los gadgets que necesitabas en ese entonces si querías -presumir- ser un cyberpunk. Hoy la mayoría de esos gadgets están comprimidos en un teléfono celular de 112 gramos o menos.
Posteriormente, en 1995, R.U. Sirius junto a St Jude – ambos co-fundandores de MONDO 2000 y conocidos como gurús del ciberespacio y cyberpunk profesos- publicaron el manual cyberpunk:: El verdadero libro fake cyberpunk, que contiene entre otras cosas un examen final de verdadero o falso sobre el cyberpunk.
Más información :
Cyberpunk Handbook:: The Real Cyberpunk Fakebook
ORLAN, el cuerpo transformista del arte en Colombia
Heredera directa de Rudolph Scharzkogler, ORLAN es una artista francesa asociada a la tradición del Body Art, que propone el uso de la carne como material plástico o sustituto del lienzo. Se considera una de las primeras artistas en usar la cirugía estética como medio artístico. Se autobeatificó y fue conocida para el mundo entero como Santa, cuando a principios de los años 90 transmitió vía satélite una intervención quirúrgica, en la cual mientras le drenaban sangre leía textos e interactuaba en vivo con los centros de NY, Toronto y el Centre Pompidou.
Además de su cuerpo, ORLAN explora diferentes técnicas como la biotecnología (cultiva sus propias células), la fotografía (como la serie Self-Hybridations que se presentará en el MAMBO), el video (que es la manera de comercializar las operaciones quirúrgicas, como la serie “Arte carnal” que se presentará en el Museo de Antioquia), el performance, la instalación y el dibujo.
La importancia de ORLAN para la discusión actual de la crítica es tal que en el año 2002 se publicó el libro ORLAN: This is my software… this is my body que documentaba tanto el trabajo de la artista como recopilaba una serie de ensayos de autores como Michel Onfray, Sarah Wilson y Parven Adams, entre otros, con una introducción de David Cronenberg, quien estaba trabajando con la artista para el guión de su esperada película «painkillers».
Seguramente en su visita a Medellín y Bogotá, programada para los meses de Abril y Mayo, ORLAN la pasará estupendo contemplando los monstruos sexuales salidos de las salas de cirugía de los centros de estética colombianos.
Realidad Mtv
Mtv no solo se inscribió en el código genético de la generación nacida después de los años 80’s, transformó para siempre la industria musical, la moda, la televisión, el cine y otras menos obvias, como la del libro, el arte y el sexo. Aunque todos estos cambios no sucedieron estrictamente por la gran influencia del canal televisivo americano, sí fue un gran paradigma de lo que posteriormente se conoció como la «videocultura». Aunque hoy hablar de videocultura suene algo anacrónico, lo cierto es que aún hoy vivimos acorde a muchos de los patrones aprendidos en los años de «la palabra del video hecha carne». De otra manera no explicaríamos el lugar central que Youtube ocupa en nuestra experiencia diaria, la gran amputación que significó el cierre de Megaupload, las nuevas manifestaciones de protesta que pasan más por el discurso de lo «cool» que por las añejas tesis marxistas que tanto emocionaron las generaciones previas a los ochentas.
Posteriormente, en la década de los 90, Mtv en su máximo apogeo experimentó y se apropió de expresiones populares independientes que deseaban transformar la televisión hacia algo más cercano a las identidades juveniles. Sobra decir que casi todos estos experimentos tuvieron un rotundo éxito, y para sorpresa de los productores, no solo a nivel norteamericano sino a nivel mundial. Esta experiencia produjo una gran explosión de formatos, desde los más ligeros y vulgares -transmisión de fiestas en playas, con música rap y gente semidesnuda bailando- hasta propuestas más interesantes, como la serie de ciencia ficción Æon Flux.
De esta época surgieron grandes programas, como Daria y Beavis and Butthead, que pese a las diferencias culturales y geográficas nos hicieron identificarnos con sus personajes y sus situaciones, pues eran tan ordinarias y normales, que podrían calificarse de «universales», siguiendo la lectura de Borges a las Crónicas marcianas de Bradbury, universales ya no por las grandes épicas y los valores humanos, sino por lo contrario: el aburrimiento, la estupidez, la apatía, la fealdad, el desencanto adolescente.
Pero al mismo tiempo que Mtv nos ofrecía un espejo de nuestro inconformismo, también producía grandes esperpentos, dirigidos a un público mediocre, como The Real World, que lamentablemente, pero no sorprendentemente, contó con una gran acogida y motivó a la reproducción de este modelo a lo largo y ancho del mundo que con soberbia se autotildaba de «real».
El soporte del status-quo se ancla en el ego de los individuos. Existe una satisfacción mental en pensar que el mundo se encuentra bien, que el gobierno es justo, que la vida es buena y la realidad es bonita. Poner en duda cualquiera de estas certidumbres es dolorosa para el ego de los individuos porque implica reconocer, en primer lugar, que está equivocado, y en segundo lugar, que su vida no es buena ni estamos el mejor de los mundos posibles.
Mtv fue una cadena que por simbiosis se adhirió al ADN de una generación y terminó por traicionarla cuando llevó su experimento al punto más arriesgado: diseñar su propia realidad y hacérsela tragar a su audiencia como auténtica. La cadena televisiva entendió demasiado bien al escritor J. M. Ballard cuando afirmaba «La ficción ya está ahí. La tarea del escritor es inventar la realidad”. Si se cambia la palabra «escritor» por la del «productor», se entiende que lo único que hacía falta para esta fórmula era un apartamento y un equipo de cámaras.
Estamos hablando de historia patria. De cuentos de hace más de dos décadas. De la «videocultura» hemos pasado a la «cibercultura»; el apático no se sienta junto a su compañero a hablar mal de las bandas de rock frente a un televisor, sino que lo hace directamente desde los canales de Youtube, las páginas oficiales y los foros. La chica sarcástica y desgarbada del salón de clases ahora escribe un blog y tiene una @ de twitter en donde es apreciada por su humor mordaz y ácido.
Mtv ahora parece Rtv, pues se ha vuelto un canal de realidades espurias: el sueño de la adolescente que quiere celebrar sus dieciséis años, el chico que quiere ser popular, el tonto que quiere ser rockstar. Ya nadie necesita ni quiere comerse la mierda que Mtv quiere darle.
El hiperrealismo de Mtv le ha jugado en contra y ahora, como una cruel venganza, los fieles seguidores a esos dibujos animados, mal pintados y de baja resolución, le recuerdan al canal que esas caricaturas eran mucho más reales que el «mundo real«.