IV Congreso Internacional Verniano, Colombia 2024
Lunes 29 de abril de 2024
Salón Jorge Isaacs de Corferias, Feria Internacional del Libro de Bogotá
Descripción del evento: Contribuir al estudio, investigación y difusión de la obra de
Julio Verne.Propiciar el conocimiento de su obra y su relación con América y
Colombia y Generar espacios de estudio, difusión y conocimiento de su obra en
centros educativos, con el propósito de incentivar la lectura, la investigación y la
creación literaria.
Aforo aproximado: Sala Jorge Isaacs
Fecha: 29 de abril de 2024
Jueves 2 de mayo de 2024, sesión de la mañana
Museo Naval del Caribe, Cartagena de Indias
El programa final del IV Congreso Internacional Verniano a celebrarse en Cartagena de Indias entre los días 2 y 4 de mayo de 2024 es el siguiente:
Tributo de la Asociación de Escritores de la Costa a quienes ya no están.
Ya no están en carne y hueso pero perdurarán en la memoria de quienes mantienen vivas las letras del Caribe. Este será el motivo del nuevo encuentro de la Asociación de Escritores de la Costa . Se llevará a cabo el nueve de abril; se recitarán, en voz del mismo autor, Antonio Mora Vélez, los poemas que conforman el libro «Los jinetes del recuerdos».
Diario de una expedición a través de Venezuela y Colombia 1906-1907 de Hiram Bingham
En 1906 Hiram Bingham –el conocido explorador y político norteamericano, célebre por ser reconocido como el descubridor de Machu-Picchu[1]— se embarcó en un viaje que lo llevaría de Caracas a Cartagena. Estas dos ciudades eran el comienzo y el fin de la ruta que en 1919 haría Simón Bolívar llevando sus tropas libertadoras entre los dos países. Aunque para ese momento parecía imposible realizar este recorrido, Bolívar lo logró. Desafortunadamente en el camino muchos de sus soldados murieron así como todos sus animales de monta y de carga. Aún así la historia nos cuenta que esta travesía titánica liderada por el libertador culminó con la expulsión del poderío español del territorio colombiano.
Bingham decidió lanzarse a la aventura de hacer este recorrido cerca de noventa años después cuando se dio cuenta de que los mapas y los recuentos históricos disponibles no eran suficientes para hacerse a una imagen del recorrido de Bolívar. Bingham llegó a la conclusión de que “si deseaba comprender este periodo de la historia de América del Sur, sería necesario para mi emprender esta expedición que tuviese por objeto no sólo el estudio del país donde Bolívar vivió y luchó, y una visita a los escenarios de sus más importantes batallas, Carabobo y Boyacá, pero también una exploración de la ruta de su más celebrada campaña (Bingham 1909, v). Read More…
La colonia con síndrome de Estocolmo
Por Francesco Vitola Rognini
Lo primero que vemos cuando nos acercamos a Cartagena es donde el diablo se lanzó al vacío. Desde que ocurrió eso se manifiesta como un chivo café de barba blanca que merodea por el cerro y los vecinos de los barrios de invasión circundantes dicen que Daimon toma forma de gato negro con ojos rojos, otros dicen que en las noches aparece como una garza blanca picoteando entre la inmundicia y las aguas estancadas. Las señoras con más canas y arrugas dicen que normalmente tiene cara de ricachón en auto deportivo, a veces de playboy navegando un yate rodeado de jóvenes operadas. El demonio, dicen otros, a veces es un cura, un policía, un hampón esperando en la sombra de una playa alejada, o un cangrejo picando el escroto de un amante que interrumpe su polvo furtivo para dar un alarido. El rumor dice que El Patas es cada billete que se invierte en placer, no importa cuánto te confieses o te arrepientas. Como todo jefe de estado, Belcebú tiene formas desagradables de burlarse de los que creen se sirven de él: una botella de tequila que resbala de las manos cuando recién comienza la noche, desde un octavo piso, en dirección a una familia que sale del edificio, y uno de los niños emocionados grita de alegría -por última vez- porque van para una pizzería con parque infantil. El Mandinga es la maleta con droga, dinero, la nevera con órganos camino a un trasplante que se desvía por las rutas del mercado negro; es cada turista que viene a comprar masajes, cada padre que alquila su hijo por unos billetes, cada nativo que vende sus principios por un poco más de dinero cada quincena. Samael es dueño del alma de cada fracasado que con mentiras se lleva a una mujer a la cama, porque no tiene huevos ni discurso, solo un poco de basura masticada y tan baja autoestima como la engañada. Cada niño frustrado por su padres frustrados que los regañan todos los frustrantes días de sus vidas, cada niña engañada con fantasías de Walt Disney -el Sr. Crowley moderno- temen y aman a Damian, a Guayota, porque les va a quemar la carne y aspirar el alma por la boca.
La corrupción es uno de sus muchos nombres, y como la rata de alcantarilla, está tanto en El Congreso como en El Vaticano. ¿Qué sería de esta fortaleza rodeada de agua salada, si la corriente eléctrica se suspendiera en Semana Santa?
El poder absoluto espera el momento para retomar el terreno y sumergir todo, como antes fue, como nunca debió dejar de haber sido. Vocación de esclava es lo que la define, por eso unos desfilan exhibiendo lo que tienen y otros silencian con música sus frustraciones y ausencias. La ciudad antigua y los carteles publicitarios evidencian que aún hoy, desearía ser colonia de un amo generoso, que comparta sus migajas y les sonría para sentirse menos ultrajada, uno que quizás le tome cariño y con suerte la posea y le dé un crío mestizo, que no sufra tanto como ella.
El Hay Festival, dos artículos por Rubén Vélez
Dos artículos sobre el Hay Festival Cartagena por Rubén Vélez:
El festival de los colados
Por Rubén Vélez
Enero 30 de 2006
En la ciudad heroica le salió competencia al reinado de don Raimundo Angulo: un festival de los príncipes de las letras. No sabemos gran cosa de las intimidades de ese nuevo reinado, que no demorara en ser declarado patrimonio cultural de la humanidad. ¿Quién o quiénes han elegido a las beldades que participan en él? ¿Y cuál ha sido el criterio del honorable jurado para inclinarse por ese puñado de representantes de aquí y de allá? Del magno evento sólo sabemos a ciencia cierta lo que nos ha revelado su ruidosa y costosa publicidad: “El encuentro de los escritores más importante del mundo”.
Rosina: la mujer estructurada desde la visión masculina del XIX
Juan José Nieto escribe Rosina en 1842, la novela es publicada por entregas en La Democracia, periódico de Cartagena. Rosina, también denominada La prisión del Castillo de Chagres, se desarrolla en la Prisión de Chagres, donde estuvo recluido el autor porque fue desterrado de Colombia por orden del General Tomás Cipriano de Mosquera; es tal vez por esta razón que en esta novela se vislumbra una reflexión sobre su estadía del autor en el lugar. En algunos apartados se ven plasmadas inquietudes con respecto al trato de los prisioneros, al tiempo que traza para el lector muestras bastante gráficas de los lugares que visita, mediante descripciones minuciosas.
Lo curioso de esta novela es el tono personal e íntimo que utiliza el escritor, puesto que la novela es de índole epistolar; está compuesta por una serie de cartas y diarios que escriben Clementina Remón, Elisa de Sandoval y, por supuesto, Rosina. El tono femenino es muy marcado y la idea de una visión de la mujer a partir de un autor masculino es muy atrayente, sobre todo para la época. Es por esto que quiero ilustrarles, tomando apartados de la novela, una estructura femenina en ella, partiendo de una perspectiva masculina como la de Juan José Nieto.
Cabe anotar que los personajes principales de la historia pertenecen, por lo general, a clases altas o que, en algún momento de sus vidas, pertenecieron a estas y se ven configuradas por esa condición.
Es importante resaltar el hecho de que las mujeres plasmadas en la obra son criadas por sus padres. En el caso de Rosina, solo tiene a su padre, el cual se encuentra preso; su madre ha muerto por el estrés que le causaron su esposo y todos sus padecimientos. Clementina, por su lado, vive con su padre el cual es su amigo y, muchas veces, confidente. Y nos queda Elisa, la cual después de haber vivido con una tía, vuelve con su padre que había estado preso por un tiempo.¹
Por otro lado, en cada personaje femenino, se ve reflejada la pérdida de algunos años de inocencia, de su niñez o de las costumbres que tendrían mujeres de su edad. Por ejemplo, Clementina es alejada de sus amigas y se ve muy afectada por la lejanía en la que le toca vivir. En una carta enviada a Elisa, le comenta:
Por lo que acabo de referir, podrás juzgar del país en que me han venido a sepultar en la aurora de mi vida, lejos de toda sociedad, porque aquí no hai ninguna; i cuando con la mediana educación que he adquirido, aunque perdí tan niña a mi madre, yo pasaba en Cádiz mis días muy alegres, en unión de mis amigas, bastante obsequiada y atendida de mis jóvenes compatriotas, i donde dejé ¡¡ai!! lo que amaba. Mira, si me sobra razón para morirme de flato.² Read More…
Chambacú, corral de negros (1962) de Manuel Zapata Olivella
CHAMBACÚ: CORRAL DE NEGROS, LUCHA Y MUERTE
POR: UDILUZ MONSALVE MUÑOZ
Hablar de Chambacú significa, actualmente, dirigir la mirada hacia un terreno baldío en el que, de vez en cuando, se realizan ciertos eventos culturales. Sobre todo para quienes no conocieron o nunca han escuchado hablar de lo que existió en ese sitio, Chambacú es un lugar desértico, gobernado sólo por el polvo o el infinito barro cuando llueve. Sin embargo, para el año 1970, como nos explica Orlando Deávila (2008), Chambacú era un tugurio conformado por más de 1300 familias, casi en su totalidad afrodescendientes, que se instalaron allí en búsqueda de un espacio donde vivir, pero para el gobierno y los medios de comunicación, Chambacú era un obstáculo para la “buena imagen” que se quería proyectar de la ciudad a los turistas, ya que se encontraba ubicado a poca distancia del centro amurallado, destino específico del turismo en Cartagena. Por esto, los habitantes de Chambacú, en 1971, son trasladados a distintos barrios de la ciudad para que los visitantes de la misma no vieran la otra cara que le pertenece.
En Chambacú, corral de negros (1962) de Manuel Zapata Olivella, podemos observar muy claramente, una exposición narrativa y un trabajo estético de esta problemática, pero el propósito que se percibe de entrada es la subversión de esa imagen negativa y despectiva que siempre se ha tenido de sus habitantes. En esta medida, Zapata Olivella nos muestra la historia desde el otro punto de vista, la perspectiva de los negros que vivieron el rechazo, el maltrato, el abandono y el desplazamiento por parte del gobierno: Chambacú no visto como un problema, “El problema de Chambacú” (Deávila, 2008, p.39), sino visto como una población que día a día luchaba por sobrevivir y por encarar la muerte. Read More…
CARTAGENA: LANZAMIENTO DEL LIBRO "RETORNO A LAS CATEDRALES", DE EMIRO SANTOS GARCÍA
de Emiro Santos García