Haré la necrológica de Rubem Fonseca
Nacido hace buen tiempo atrás, muerto el año de la pandemia 2020 no por el coronavirus, recuerdo que Rubem Fonseca era el puto amo del género policíaco y género negro en los 90. Todos lo leíamos, los que escribían querían ser como él. Mito del encierro, en una época en que a la gente no le tocaba estar encerrada, al nivel de autores reclusos como Thomas Pynchon y Dalton Trevisan, se resistió a hacer de su vida privada un espectáculo. Una década después pocos lo recordaban y dos décadas después si apenas aparece como uno de esos autores que si le preguntas a la nueva generación apenas reconocen de los que no ganaron el Nobel.
El abogado criminalista Mandrake y el policía retirado Vilela, se despiden de su artífice. Nosotros, los lectores de otra generación, también nos despedimos de un maestro.
Marina Abramovic calza Adidas
Recién Marina Abramovic se lamentaba de que con el tiempo dejaron de preguntarle en sus exposiciones ¿pero esto es arte? hasta el punto de que ya no se lo preguntaban más. Esto como motivo de la famosa retrospectiva en el MOMA y, la viralización del encuentro con Ulay, que afortunadamente se ha vuelto hasta motivo de bromas.
Marina vuelve, sin ser cuestionada por su arte, y esta vez, tal vez para la indignación de los teóricos contra culturales que nunca perdonaron a un Dalí vendiendo Alka Seltzer, un William Burroughs promocionado unas zapatillas, esta vez Abramovic re-elabora uno de sus performances más famosos «Works Relations» de la mano de los tenis Samba de Adidas.
Este corto se lanzó el 7 de julio con la idea de celebrar el mundial de Brasil, y con el propósito de mostrar el paralelismo que existe entre el mundo del performance y los deportes.
¿Vemos una Abramovic vendida? ¿No hay arte? ¿Es una mofa? ¿Es la vanalización del performance? Solo sé que si Marina Abramovic es una experta en algo es en el arte de la provocación.
Las risas, el lenguaje y el tiempo según Kaypi: Extracto de «Empotrados» de Ian Watson
Ian Watson en su novela Empotrados, entre tantas historias que se entrecruzan en la narración, nos expone un relato que le cuenta Kaypi, un hombre perteneciente a la comunidad xemahoa apostada en la selva Brasileña y a punto de ser desterrada para fines «civilizatorios», a Pierre Darriand, un antropólogo francés que encuentra en el idioma de los xemahoa (específicamente, el que ponen a andar en los rituales sagrados) un vínculo con el lenguaje poético de Raymond Russell y los experimentos lingüísticos de un antiguo compañero inglés llamado Chris Sole quien, a su vez, los aplica en niños encerrados en un hospital inglés a partir la teoría del lenguaje de Noam Chomsky. También podemos encontrar, en el decurso de esta primera novela del escritor británico, la íntima relación que hay entre el lenguaje y el tiempo y, finalmente, nos hallamos frente a la risa y sus dos grandes formas:
Y, así, me dispongo a escuchar, y grabo la historia de Kayapi.
—Te he hablado acerca de la risa del alma y de la alegría estúpida, ¿verdad? Ahora, muchas criaturas quieren que los hombres rían con risa estúpida para poder meterse dentro de nosotros, a través de nuestra lengua, cuando no dominamos las palabras. Los monos hacen trucos en lo alto de los árboles para hacernos reír. Pero nosotros no reímos. Excepto con un estallido de risa del alma que los hace salir corriendo. ¿Sabes, Pi-er, cómo está hecho el hombre? Está hecho de un leño hueco y una piedra hueca juntos. Algunos hablan de una calabaza hueca, pero yo creo que es una piedra hueca. El leño hueco permanece tirado en el suelo cuando, un día, llegan dos serpientes. Una es una serpiente hombre. La otra es una serpiente mujer. La serpiente mujer quiere vivir dentro del leño, pero no ve agujero para entrar en él. Los extremos están tapados. No hay ningún orificio de ramas. La serpiente mujer se siente desdichada. Pregunta a la serpiente hombre cómo ha de hacer para entrar. La serpiente hombre cree saberlo. Sale corriendo y vuelve con su amigo, el pájaro carpintero, y le pide que picotee con su pico el leño y pruebe de hacer un agujero. Pero el leño es tan duro que el pájaro carpintero se hace daño en el pico. La serpiente mujer sigue sintiéndose desdichada. Así, pues, la serpiente hombre sale corriendo y trae a otro amigo suyo. Un pájaro pequeño llamado kai-kai. Un kai-kai es más liviano que una pluma y canta unos cantos largos y muy profundos, aunque sea tan pequeño. Canta de la misma manera que el brujo, una vez y otra vez, profundo y profundo. A la serpiente le gusta el kai-kai porque, cuando el kaikai canta, la serpiente sabe cómo enroscarse. ¿Me escuchas, Pi-er? Te estoy hablando.
—Te escucho, Kayapi. Mi caja está escuchando. No lo entiendo todo aún, pero lo entenderé.
Pero Kayapi termina por aburrirse de que no le entienda, y deja el resto de su historia para otro día.
Ciberpunk en Latinoamérica: Futuro Olvidado de Rodolfo Rorato Londero
Futuro Olvidado – Rodolfo Rorato Londero
El profesor Rorato Londero de Brasil acaba de sacar un libro sobre el ciberpunk en América Latina. Compartimos la nota de la contraportada del mismo.
El objetivo de este trabajo es discutir la recepción de la ficción ciberpunk latinoamericana, o mejor, la recepción latinoamericana de la ficción ciberpunk. Surgida en los años 80 en el contexto socioeconómico norteamericano, la ficción ciberpunk representa varios tópicos ligados al lugar y momento de su producción: los estados fallidos y el neoliberalismo, la emergencia del ciberespacio y la libre circulación del capital más allá de las fronteras nacionales, el escenario distópico, el descreimiento en el futuro y el fin de los grandes relatos históricos como propone la posmodernidad de Lyotard, etc. Estas características llevan a identificar la ficción ciberpunk como la representación suprema del capitalismo tardío (Jameson). Mientras tanto ¿cómo pensar la ficción ciberpunk en América Latina,o sea, en un lugar que está al mismo tiempo dentro y fuera del sistema mundial? La hipótesis que este trabajo presenta apunta hacia el sesgo utópico de la ficción ciberpunk latinoamericana, que no existe en la versión norteamericana.
vía Campo Ricardo Burgos López.
Convocatória Internacional: Interactivos? Nuvem Autonomias: ciências da roça
estação rural
de arte e tecnologia
Acesse o edital:
Convocatória ibero-americana: residências de inverno 2013
NUVEM
estação rural
de arte e tecnologia
Encontra-se aberta a convocatória ibero-americana para as residências de inverno 2013 na Nuvem com o tema Infraestruturas Poéticas. Entendemos infraestruturas como tudo aquilo que dá suporte a vida humana na terra, sejam elas físicas ou sociais. Podemos imaginar uma utopia onde os cidadãos são os autores dessas infraestruturas? Uma vez que a sociedade seja responsável pelo desenho das máquinas, sistemas de tratamento de água, energia, etc, elas passam a ter uma subjetividade própria, ao invés de serem construídas de maneira massiva e repetitiva.
acesse o edital em
http:/nuvem.tk/files/2013/chamadaResidenciadeInverno2013.pdf
formulário de inscrição
http://nuvem.tk/files/2013/Formulario_residencias_inverno_Nuvem_2013.doc
http://nuvem.tk/files/2013/Formulario_residencias_inverno_Nuvem_2013.odt
Tristes trópicos, un documental del gran libro de Levi Strauss
Levi Strauss afirma que en su libro «Tristes trópicos» se permitió introducir algunos elementos autobiográficos que no aparecieron en otros de sus trabajos. En el documental, homónimo del libro, el propio antropólogo asegura que desde niño era estructuralista pero que su encuentro con la comunidad Bororo en las selvas de Brasil fue una bendición pues le ayudó a consolidar esta propuesta que tanto influyó a distintas disciplinas en el siglo pasado:
Brasil, de Terry Gilliam (subtitulada)
El amor tiene alas de ángel. Y la mejor versión de Brasil es la que no contiene una sola imagen del país sudamericano. El futuro llegó y se fue, sin embargo esta película sigue siendo una promesa llena de decepción como toda buena ilusión que se descarraca tras la ruptura de un par de alas. A disfrutar.
Bicha, muda e desvairada
Por Fábio Ramalho
Quando a imagem da travesti brasileira conhecida como “bicha muda”, que já há algum tempo havia alcançado certo reconhecimento público na periferia de sua cidade de origem, Juazeiro do Norte, alcançou circuitos muito mais difusos e multiplicadores de visibilidade graças a um vídeo que começou a circular na internet em meados de 2008, fomos confrontados com a intensificação de um dilema que já havia marcado muitos outros memes: rir ou não de uma piada que pode ser considerada extremamente ofensiva, uma vez que joga com vários estigmas articulados – a sexualidade, o travestismo, a marginalidade econômica e a deficiência auditiva (sendo este último, talvez, o elemento menos suscetível ao deboche e mais desafiador aos critérios do bom gosto e da correção numa sociedade que, em relação aos outros aspectos mencionados, não parece se envergonhar muito dos seus preconceitos).
No meu caso, o primeiro e maior incômodo em relação ao vídeo foi a sua legenda. Diante da “bicha muda de Juazeiro”, o estranhamento veio para mim, em primeiro lugar, como efeito da rápida recontextualização de sua imagem. O qualificativo de Juazeiro indicava que a partir de então aquela presença havia se tornado uma imagem consumível em um escopo muito mais amplo e desterritorializado, daí a necessidade de assinalar, pela primeira vez, a sua origem. Embora bicha muda ou mudinha já fossem alcunhas correntes nos bairros dos Franciscanos e do Pirajá, dentre outras, ela era sempre ainda aquela presença constante e familiar que habitava e transitava pelas proximidades. Que ela agora ocupasse temporariamente a posição sempre móvel da nova famosa anônima da rede, de quem se ignorava origem, filiação e trajetória, não deixava de aparecer para mim, na época, como um tipo de violência.