Cartas a los niños de la biblioteca pública de Troy, firmadas por Dr. Seuss, Isaac Asimov, Ben Spock y Neil Armstrong
Felicitaciones por la nueva biblioteca, porque esta no solo es una biblioteca. Esta es una nave espacial que los llevará a las regiones más apartadas del Universo, una máquina del tiempo que los llevará tanto al pasado como al futuro más lejanos; es una profesora que sabe más que cualquier ser humano, una amiga que los asombrará y consolará — y ante nada, un portal, para una mejor, más útil y feliz vida.
Esta fue la carta que dirigió el escritor Isaac Asimov a principios de 1971 a los niños beneficionarios de la apertura de la biblioteca pública de la ciudad de Troy, en Míchigan. La de Asimov fue tan solo una de las respuestas a una solicitud escrita por la bibliotecaria Marguerite Hart, destinada a más de una docena de celebridades de la época para que con sus palabras pudieran incentivar a los niños al uso de la biblioteca y, asimismo, les compartieran la importancia y gusto por los libros y la lectura. Entre las personas que contestaron a esta solicitud, estuvieron la primera dama Pat Nixon, hasta el gobernador de ese entonces de California, Ronald Reagan; también contestó Clifton Wharton, Jr., primer afroamericano en ser presidente de una importante universidad en los Estados Unidos, la Michigan State University; desde el editor de Cosmopolitan hasta el actor Vincent Price; y otros escritores, además de Asimov, como el pediatra Ben Spock y el famoso ilustrador infantil, mejor conocido como Dr. Seuss.