El tour de la peste: diario del tour de Francia sin estar en Francia y sin Covid (por ahora).

Día 2. NICE HAUT PAYS-NICE

Ganador de la etapa: Julian Alaphilippe(Francia)

Líder de la clasificación general: Julian Alaphilippe (Francia)

El aburrimiento pasó a Agosto

Francia repite el entusiasmo del año pasado: Julian Alaphilippe ha ganado y lucirá la camiseta de líder. Si ese lugar se prolonga, los franceses se sumergirán en el entusiasmo que les permita olvidar a la peste, aunque apestado sea el circo que se ha erigido en torno a esta competencia.

Puede ocurrir que el tour termine mucho antes; quizá los equipos vayan quedando eliminados (¡otra vez el gerundio!) porque tienen un par de apestados y gane el que pudo mantener una escuadra sana: quizá sea uno de esos equipos de poca monta que carecen de sofisticadas ayudas ergogénicas, excusas para utilizar remedios para asmáticos o para jóvenes con déficit de atención, o programas de dopaje más tecnificados que los correspondientes a los descubrimientos de las trampas.

También puede ocurrir que Alaphilippe gane el tour ante la interrupción virológica. Quizá sea una vuelta de dos semanas o de unos días más. O simplemente el mundo se acabe si es que por mundo se entiende al fenómeno humano que pisó a la Tierra.

Todas estas esperanzas se barajan en el público francés que aún se aferra a una mejoría de Pinot. Hoy no subió muy bien las cuestas de primera categoría y su cara de sufrimiento formó parte de las transmisiones cinematográficas de la etapa. O de telenovela francesa en la que el francés sufrido pierde ante un español, un inglés o un europeo oriental.

El líder Kristoff se descolgó y ya es pasado. El ganador del último Dauphiné, el colombiano Martínez, cayó y muy seguramente no termine el tour – si es que a este no lo acaba antes el Covid 19- y, una vez más, regresó la vuelta francesa de siempre: aburrimiento, una caravana que sube a ritmo incomprensible para cualquier humano que no utilice algún fármaco -ya sea aceptado o no por las autoridades que deciden qué es lo limpio y lo sucio en un negocio como el show del ciclismo- y un final que acrecienta los cálculos.

La etapa terminó con un embalaje protagonizado por Alaphilllipe, un juvenil Hirschi y Adam Yates. El francés se aprovechó para no liderar, en momento alguno, el paso de la triada y, al final, ante la angustia del inglés y la novatada del suizo, Julian, celebró con la grandilocuencia del llanto, exaltando su logro y propiciando la especulación que este año no está listo para ganar la competencia y por eso prefirió hacer lo que hizo hoy.

Cada día consolida la sospecha de que todos aceptan la supremacía del Jumbo, donde parece que pedalea el campeón del tour de la peste. Aunque algunos se entusiasmaron porque el equipo holandés no tiranizó al pelotón en los últimos kilómetros: una ilusión más que servirá para postergar la confirmación de lo pronosticado.

Tags: ,

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: