El Otro Noé, por Luís Bolaños
El Otro Noé
Luís Antonio Bolaños de La Cruz
Deviene evidente que me burlo de los fundamentalistas religiosos a través del film de Darren Aronofsky con el estilo barroco de Alistair Reynolds, pero con diálogos sarcásticos al estilo Jack Vance, ellos no son culpables del resultado… excepto los fundamentalistas, para quienes va mi desprecio.

House Of The Bulgarian Communist Party Punktails Collections Apple Ipad Mini 2 Retina Display Flip Case Stand Smart Magnetic Cover Open Ports
Brotamos en el centro exacto de la flor de dispersión del cuadrángulo que funcionaba como plano Mobius de salida. Seguíamos siendo, excepto algunas moléculas particulares que no provocaban “Efectos Mariposa”, los mismos que ingresamos a miles de años luz de distancia. Usando cierto sesgo angular con determinada velocidad, manipulamos las dimensiones geométricas múltiples que brotaban en el delgado cubo imaginario gracias a las potencias desencadenadas por el agujero negro sujeto a la celda de proa, creadas para que nuestro navío estelar pudiera perforara el plano Mobius de entrada. La maniobra debía copiar y coincidir con aquella efectuada por la sonda exploratoria (una del casi centenar lanzadas) que entregó los datos prometedores que intentaríamos corroborar.
Arribar podía ser casi instantáneo pero igual significaba revisar y observar con detalle, holomapas, nubepuntos, virtuaescenas, grafitempos y metadatos que los multisensores de la sonda recogieron, lo que nos entusiasmaba en inicio era la inmensa estructura recostada sobre las vértebras de una cordillera que sugería habilidades técnicas superiores para su construcción; nos atraía sin que despreciáramos las bullentes pirámides alimenticias oceánicas, ya que aunque los inmensos continentes (cuatro, los dos menores ecuatoriales y los dos polares megalíticos), los tropicales atravesados por monumentales ríos, se vestían con infinidad de plantas, se extrañaban reptiles, anfibios, aves y mamíferos o sus equivalentes, sin embargo sus corrientes repetían la situación marina de abundancia dinámica de especies de peces.
¿Qué ocurrió que lanzó a la evolución a un callejón sin salida? se repetían los exobiólogos. ¿Qué terrible evento geológico devastó los continentes despojándolos de especies y registros pétreos superficiales que revisar? hesitaban los geólogos abrumados por las contradictorias lecturas que provenían de cuantificar el agua retenida en los campos de hielo de los dos continentes polares.
Nos dividimos la tarea y mientras equipos de biometría medían cardúmenes y tasaban cotas de extracción con la intención de constituir una factoría automática que congelara y almacenara filetes en espera de las falúas automáticas de recolección proteínica, otros auscultamos los cientos de kilómetros del esqueleto brutal y ciclópeo que yacía desparramado por cumbres y laderas. Ya no cabía duda de su artificialeza, los patrones geométricos, la profusión de reiteraciones, la distribución de espacios, pasillos, salas y habitaciones, la profusión de habitáculos (quizás un par de millones), abundancia de líneas rectas por más que las dulcificaban suaves curvas, los módulos que se sucedían sin descanso como acicateados por una obsesión eran demostraciones de ejercicio arquitectónico motivado.
Los equipos designados descendieron al pozo de gravedad en chalupas iónicas (la combinación de estirpes tecnológicas brindaba óptimas elecciones ligadas a los itinerarios de acción) tras distinguir aquellos puntos que por su variedad permitían establecer de primera vista las características del pecio. Un guirigay electrónico abarrotó las frecuencias turbando el apacible control que efectuaba de manera cotidiana la sensoesfera, que lo incorporó y redistribuyó para que fluyera y se reconociera como propio
Sin embargo las impresiones eclipsaron los guarismos. Las emociones tiñeron de sutilezas interpretativas lo que descubrían. Un terreno desconocido se abría ante los exploradores. Con frecuencia lo tocado se derrumbaba, lo interpelado se desvanecía, lo recorrido se modificaba, al avanzar introducían una ola de devastación que ponía en peligro la identificación indagada de la ruina, así que en medio de una lluvia de escamas (catalogadas como metálicas, plásticas o silicoides) que trastocaba los protocolos de registro decidieron regresar.
Preocupados, los tripulantes decían –Ya deberían haber retornado– se masticaba la tensión, lo cual era constructor, aportaba elementos poco frecuentes en lo habitual.
–Sí, pero aun demorándose no comprometerían la misión. Les ha ocurrido algo inusual pero operable– agregaban quienes deseaban tranquilizar los ánimos. Una leve inquietud estremecía los corredores.
La IA captó la incomodidad y lanzó un interrogante: – ¿Y qué desean hacer? –Mirándose unos a otras decidieron que era el momento de citar a asamblea para debatir.
–Consultaremos a la gente cual será la táctica a seguir –se dijeron, pero no sin cierta ofuscación. No era frecuente que las respuestas eludieran al consenso de la sensoesfera
–Aportar rutas de solución será enriquecedor. Podremos elucidar las tácticas a seguir para develar el misterio– de inmediato cada cual desde sus saberes se dedicó a escudriñar en sus memorias adicionales o en los múltiples sistemas de recuperación de archivos. Se organizaron apuntando a la presencia de la mayoría (muy pocos quedarían en servicio pero igual estarían conectados) ya fuera en el magno auditorio o a través de las pantallas.
La expectativa crecía, se palpaba, un hálito recorría casi eléctrico la miríada de peritos que escrutaban el misterio. Tras el condumio se pasó a la presentación de los hallazgos, ninguno satisfacía, ni tampoco saturaba las incógnitas con certidumbres…. Hasta que una exozoóloga jovencísima y un entrelazador ya maduro solicitaron la palabra y la imagen, para exponer una fábula que encontraron en arcaicos textos, y que permitía fundamentar las ruinas del megabarco mediante una concepción holística de la arquitectura ligada a un propósito, sostenían que así provocaba efectos en la percepción, se denominaba “el Arca de Noé”.
——
Glosario
Holomapas: Segmentos de realidad aumentada con digidatos superpuestos según se requiera, hiperrealismo de contacto maleable.
Nubepuntos: Cascadas de fractales organizados como representación de materia orgánica e inorgánica, con significancia de acuerdo a miscelaciones -o procesos de transformación según velocidades temporales- para colorearlos y establecer paisajes, frescos, murales, en acopio laminar autoorganizable
Virtuaescenas: A manera de instantáneas que pormenorizan las fases y las representan mediante cuadros o esquemas identificables, destellan lo suficiente para ser elegidas, pero no se desechan mientras desfilan, ya que permanecen en latencia hasta que termina la indagación por si se necesitan
Grafitempos: Extrapolaciones a partir de la información recolectada que establecen derivas tanto futuribles como preteribles, para que se puedan establecer procesos naturales y procedimientos artificiales en lo observado y que permanecen cual huellas.
Sensoesfera: La Noosfera digitoelectrónica casi viviente que funciona como depósito y canalizador de las comunicaciones en la nave, donde nada se extravía y todo vibra cediendo información.
Chalupas Iónicas: Aquellas con chupadores de partículas que son arrastradas al quemador para proporcionar impulso en atmósferas planetarias.
Entrelazador: Aquel que se permite encontrar resonancias conductuales que potencien sinergias o unir caracteres, o rotular los nudos tóxicos que deben cortarse para mejores performances en los trabajos colectivos. Es una mezcla de psicólogo intuitivo e instructor de taichi
Viaje Mobius: Mediante un miniagujero negro ubicado en celda, como motor (la elaboración matemática permite predecir con qué ángulo y con qué velocidad se debe penetrar en el rectángulo o plano de entrada para perforarlo -recordar que la Cinta Mobius es continua- y emerger en el rectángulo o plano de salida favorecido) en la proa del cosmobajel se originan las condiciones para utilizar la banda o cinta como transporte instantáneo (no requiere velocidad superlumínica y por lo tanto no está sujeta a sus efectos secundarios); la condición central consiste en que la forma espacial de la banda (longitud y anchura del rectángulo inicial que se use para su construcción) sea simétrica en sus dos lados, sin embargo, en la realidad se requiere un cubo delgado como volumen de maniobra para la nave. Cada conjunto de ecuaciones servirá al aplicarlo para un único lugar de irrupción. Para retornar de dónde se partió basta aplicar ingeniería inversa.