Impresiones que están impresionando el mundo
Por: Daniel Contreras M.
danielcontrerasbogota@gmail.com
@danielcbogota
Markus Kayser – Solar Sinter Project from Markus Kayser on Vimeo.
La tecnología permanece en continua evolución, de eso no hay duda. Un avance viene tras otro, nacen procesos cada vez más sorprendentes y productos que hacen parecer el futuro como cosa del pasado.
Desde hace unos años, la industria de la impresión viene trabajando en suministros cada vez más económicos y con menor residuo contaminante. La compañía Xerox por ejemplo, patentó hace algún tiempo la tinta sólida, un interesante bloque de un material casi idéntico a los crayones de nuestra infancia, que por medio del calor se convierten en tinta líquida, con una excelente calidad de impresión y cero residuos.
Por otra parte, el monstruo de la impresión Epson está invadiendo el mercado mundial con unos modelos que permiten recargar la tinta en unos pequeños tanques adheridos a la impresora, con lo cual se evita la continua recompra de insumos y la alta contaminación generada por los cartuchos descartados.
Sin embargo, entre todo este mar de soluciones para problemáticas establecidas, de vez en vez ocurre un salto no convencional en la creatividad. Entonces, un molde se rompe y de la nada aparece una propuesta que es tan sencilla como ingeniosa y que nos lleva a la eterna y autocompasiva pregunta: ¿por qué carajos no se me ocurrió a mí?
El joven alemán Markus Kayser sorprendió recientemente a la industria de la impresión con un equipo que parece ser la puerta a una nueva tendencia en tecnología ecológica. Sinter Solar, es el nombre del prototipo desarrollado por este diseñador y que posee la maravillosa característica de imprimir figuras tridimensionales en vidrio, usando como únicas materias primas la luz solar y la arena del desierto.
El común de las impresoras 3D en la actualidad, derrite una aleación en plástico por medio de un láser; el gran inconveniente de estos sistemas es el costo tanto del equipo como de los insumos. En cambio, la propuesta de Kayser no sólo es increíblemente económica, pues el precio del insumo es prácticamente cero, sino que además es un contrapeso ecológico a la gran contaminación que actualmente producen las impresoras convencionales.
Para completar, el mecanismo de funcionamiento de esta impresora en 3D es increíblemente sencillo, pues concentra los rayos solares y los enfoca sobre una superficie con arena, de tal modo que una capa tras otra, la arena se transforma en vidrio. Todo esto funciona bajo un software de impresión 3D de código abierto, por medio del cual se descompone la figura tridimensional en delgadas láminas horizontales; cada una se va fundiendo con la anterior, con lo que se produce la figura deseada.
Todavía hay algunos “pequeños” inconvenientes, como el movimiento del sol, que provoca que la impresora tenga que girar permanentemente a una muy baja velocidad, para mantener el eje focal. Otro detallito es el tiempo, pues el proceso de fundir la arena es bastante lento y cualquier impresión, por sencilla que sea, puede llevar horas de trabajo. Pero igual, la hoja de ruta está trazada y este joven diseñado logró el objetivo de hacer virar los ojos de la industria a una línea altamente ecológica e increíblemente prometedora. Al fin y al cabo este es sólo un prototipo, así que lo realmente sorprendente está por verse.