Bruce Sterling sobre el Quipu
El siguiente es un fragmento del ensayo de Bruce Sterling The Life and Death of Media, recogido en el libro Sound Unbound de Paul Miller, aka DJ Spooky that Subliminal Kid ( 2008, The M.I.T Press), que al tiempo hace parte de The Dead media Project , un proyecto en colaboración con Richard Kadrey, descrito por Sterling como un asunto de autopsia de medios o «media forense».
Algunos medios pierden algunas especies, pero el género continúa. Otros medios son asesinados.
¿Alguna vez han escuchado hablar sobre el Quipu del Perú prehispánico? Si lo han hecho, apenas es un milagrito. Los archivos de los quipus incas fueron quemados por los conquistadores españoles, tras el concilio de Lima en el año de 1583. Quedan aproximadamente 400 auténticos quipus en todo el mundo. Cada uno de estos quipus que poseemos actualmente fueron sacados de alguna tumba humana.
Bueno, no casi todos. Yo hace poco conseguí un quipu nuevo que está aquí en mi bolsillo. Estaba haciendo algo de lectura sobre el quipu, así que decidí hacer uno.
La palabra quipu significa “Cuenta” en lenguaje Quechua, así que el quipu era básicamente una especie de aparato de cuentas y una calculadora. Es un tejido de tela para cargar datos. Este fue el único medio de grabación que los Incas tuvieron. Servía para todas las funciones de registro de su sociedad.
Nadie actualmente tiene una idea real de cómo estos quipus funcionaban. Todos lucían más o menos como el mío; tenían una delgada estructura de tela, con una serie de hilachas dependientes. Pero estas hilachas también podían tener más hilachas. Algunas veces habían tantas como media docena de subdirectorios saliendo de la columna del tejido. Tenían diferentes variedades de nudos. Tenían una variedad amplia de colores. La gente sólo tiene vagas ideas de lo que estos colores podrían significar.
El mío es un quipu muy pequeño. Los quipus más largos encontrados pesaban cerca de 40 libras y tenían más de doscientos cuerdas dependientes. Nadie tenía idea de lo que estos aparatos significaban o qué mensaje llevaban. Fue quemado con un caballero peruano, quien tenía tenía un modesto sentido de hacer el bien, pero él no parece haber sido particularmente prominente.
Los incas no tenían idea de que el planeta albergara otra civilización más allá que la propia. Lo máximo que podrían pensar es que el quipu era el absoluto ápex de la materialización del pensamiento humano. Y uno tiene que admitir que tenía mucho que ofrecer. Los quipus eran ligeros – lana y algodón – eran portátiles y duraderos. A prueba de golpes. Sin problemas de sobrecalentamiento o descalabros. Una buena cosa para ser transportada, porque una de sus principales funciones era servir como censo.
Tal parece que todos, sin excepción, en el reino Inca existían como un nudo en un Quipu de algún lado. Los Incas eran unos grandes maestros de la limpieza étnica. No se les daba nada ordenar a cientos de personas dejar sus casas y fueran como pioneros o se establecieran en distintos reinos. Todo el mundo sencillamente cargaba sus posesiones a su espalda y se iba inmediatamente. Gracias al quipu, simplemente no había forma alguna de arreglárselas para zafarse de las autoridades.
El sistema económico Inca era dirigido como una economía centralizada. Un tercio de la producción de la economía nacional era almacenada en vastas filas de celdas de piedra. Todo gasto hasta la última sandalia era grabado en el quipu.
No creo que haya existido un alfabeto registrado en el Quipu. Yo no creo que los incas fueron literales de ese modo, porque su imperio fue sólo de cien años. No hay nada para pronunciar que tú puedas encontrar en una pieza de cuerda. Pero habían quizás muchas genealogías en una cuerda: jerarquías, tal vez árboles familiares, mapas, incluso – diarios de esos días, ellos vadearon un río azul, ellos pelearon una batalla azul – tú puedes imaginar qué sugestivo y útil esto pudo haber sido. Tal vez tú puedes atacar el lenguaje más directamente con un quipu: metros, presión, cantidad, campo, largo de un poema – ¿por qué debería ser difícil de creer? En ingles a veces llamamos contar una historia como: girar el hilo.
Los incas eran excelentes textileros. Tenían un montón de lana y algodón. Los gobiernos los hacían incrementar, y sus mujeres hilaban cada día de sus vidas. Cuando un quipucamayoc leía uno de estos dispositivos de registro, no creo que moviera sus labios. No había nada de crudo o vacilante o primitivo o doloroso en esa experiencia – el quipu es ciertamente una experiencia más táctil, sensitiva y tridimensional que un libro.
El quipu fue un medio. Fue una forma de introducir el mundo dentro de una completamente nueva forma de orden. Fue un medio inventado por una gente muy cuidadosa y metódica, gente que le gustaba adecuar grandes rocas entre sí tan apretadas que tú no pudieras deslizar un filo de navaja entre ellas. Para los Incas, esta era la Red. – una red que podía retener a su población en un tamiz que dominara todo el mundo material, un tamiz del cual nadie podía escapar.
Ustedes saben, en un mundo ultramediado como hoy, me parece que es muy buena idea ir a una habitación cerrada, con un quipu. Ve a un cuarto y apaga la electricidad. No mires el quipu con desdén o condescendencia. Sólo sostenlo en tus manos y trata de creer que esta es la única relación abstracta posible, además del habla, que tú tienes con el mundo. Realmente trata de imaginar que te estás perdiendo de comprender toda la economía, todos los asuntos gubernamentales, toda la comunicación no verbal, como un acto de concentración imaginativa, como un compromiso humano con un medio alternativo profundamente alien.
Es verdaderamente lamentable cuán poco sabemos o recordamos acerca del quipu, un medio muerto que alguna vez fue el sistema nervioso de toda una civilización mayor. Y esta no es de ninguna manera la única forma de registro con nudos. También está el nepohualtizin de Tlascaltec, el warazan de Okinawan, el chimpu Boliviano; y Samoano, egipcio, hawaiano, tibetano, bengalí, formosanos nudos de registros. Hasta ahora, no sé nada de ellos más allá de sus nombres. Quisiera aprender más.