Lujuria renacentista
En 1546 Giulio Romano fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro pero ese mismo año murió, quizá como un castigo por haber hecho el álbum «I modi» que contenía imágenes con posiciones eróticas, llevadas, poco tiempo después, al grabado por parte de Marcantonio Raimondi. Este último fue apresado en Roma por atentar contra la moral a causa de este trabajo. Y fue encarcelado por culpa del escritor Pietro Aretino quien, al ver esas imágenes, compuso dieciseis sonetos que, junto a los grabados, constituyeron el volumen que conoció la iglesia, después de haberse publicado en 1524. De ese primer libro no se tienen muchos registros pues fue destruido en su totalidad. Sin embargo, casi un siglo después, el arquitecto y grabador Agostino Caracci hizo un nuevo trabajo donde las posiciones del acto sexual las perpetraban deidades. A continuación, estas imágenes, no sin antes presentarles el primero de los «Sonetos Lujuriosos» de Pietro Aretino:
– 1 –-Follemos, alma mía, vamos a follarque para follartodos nacemos.Si tu adoras el carajo, yo amo la higa,y un carajo sería el mundo sin todo esto.Y si follar después de muerto fuese honesto,yo diría: -Moriremos de tanto follarpara más allá follar a Adán y a Eva,que encontraron un morir tan deshonroso.-De veras digo que si esos bribonesno hubieran comido la fruta traicionera,sé que hoy no retozarían los amantes.Mas dejémonos ya de cháchara. Hasta el corazónhinca el carajo, y haz que allí se partael alma, que en la verga nace y muere.Y, si es posible, fuerade la higa no dejes los cojones,del placer de follar siempre testigos.