Poema a William S. Burroughs por Julián Marsella

William S. Burroughs por Robert Mapplethorpe

Por motivo de las quince primaveras de William Burroughs (de muerto), publicamos un poema inédito de Julián Andrés Marsella Mahecha, o Marsellota como le llaman ahora en la calles de Arbeláez, Cundinamarca.

Poema de tinte profético, escrito en el año de 1991, mientras Julián Andrés Marsella se campeaba por las calles de Agua de Dios. Este libro pertenece a una colección de cartas nunca enviadas llamada: EVANGELIO SEGÚN MARSELLA o primera carta a los colosenses (Marsella entiende que Colosenses son aquellos que padecen de colon irritable) Este libro pronto verá la luz en la editorial Mil Inviernos.

CARTAS A BURROUGHS

Te pensé en una calle en Wisconsin

Canturreabas un bebop  que el marica del Armstrong jamás te cantó

EL certero veneno para ratas

desplomó tu lejano corazón de morfinómano

Jamás sacaste los músculos de Iggy Pop y eso te ha hecho el drogadicto más bello del mundo

Mientras inhalo cola (pegante o cola de bebé) leo tu Almuerzo Desnudo, aturdido por tanta sinceridad en tus palabras

Me tomo mi miembrecillo y lo felicito por haber sido virgen de cualquier hembra

Él

Y yo

Somos padre, hijo y espíritu santo, William

Me recuerdas a un muchacho que también se llamaba William

WIlliam Ramiro comía con desmesura bocadillos y engordaba como las bestias que te han encarcelado en la Interzona

¿Puedo decirte que te vi en el Tapón del Darién?

Bajabas enloquecido hacia la amazonía

buscando ayahuasca, la misma que me inspiró unos relatos que tengo en el tintero

Relatos llenos de anos y gorilas salvajes, como los que creo se encuentran por allá en la selva

Dime, WIlliam

¿Cómo es tu selva quinceañera?

¿Cómo es tu muerte mayor de edad?

¿Habrás sacado tu permiso de conducción y andarás por las calles de Tebas junto a Dante el marica?

No te conozco pero por lo que escribes intuyo que eres uno de ellos

no un poeta, sino un marica

¿Qué andas haciendo, Willy?

Eres la ballena de mis pensamientos

Free WIlly Free Willy

Me gusta el cine y por eso te hablo en este lenguaje inequívoco

Cuando David Cronenberg vio a la ballena supo que esta tenía gestos más felinos que los de Greta Garbo

¿Acaso fumaremos crack, Willy?

¿Nos besaremos en los bares de Tanger?

Yo no conozco Tijuana

Pero sé con minucia de notario los vaivenes de la muerte

Miremos tus órgasmos, mirémoslos, Willy

Supe que los nadaistas escribieron a tu amigo Kerouac

Por eso me atrevo a escribirte, Willy, porque sé que tú a mí sí me comprenderías

Porque leí tu Almuerzo desnudo y desnudo nací y desnudo he de morir

y desnudo estoy, escribiéndote

y muerto, también

La consabida prosapia de los hacedores filenos se ha deshecho en nuestras lágrimas

– ¿A quién le hablas, cretino?

preguntarás

-A ti, que eres mucho, que eres todo, que eres yo, Willy

¿Acaso eres WIlliam Ramiro y te volviste novelista, hijueputa?

– No, soy William Shakespeare, marica

– ¿Marica, quién?

pregunta Marsella

Marica, tú

marica, él

marica, yo marica

¡Ay, dios mío!

Llegó la hora de la eyaculación, William Burroughs

Volvamos a asesinar a nuestras esposas

Y hagamos nuestras justas nupcias

Julián Andrés Marsella Mahecha, Agua de Dios, otoño de 1991.

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