Cuando el primer cyborg soñó en colores. Neil Harbisson en #CPCO5
Neil Harbisson es un catalán de nombre sueco que logró ser reconocido por el gobierno británico como el primer cyborg en el pasaporte. Harbisson nació con una extraña condición conocida como «acromatismo» que consiste en una ceguera total de color. Paradójicamente, su vida siempre ha estado marcada por el color. «El color aunque no lo veas no lo puedes ignorar». En la conferencia para Campus Party Colombia versión 5.0, llamada «Colores y ciborgs», Harbisson explicó los motivos por los que se volvió, según su propio concepto, un cyborg, lo que representa y la fundación Cyborg que preside.
El color es importante en la sociedad porque con ello se nombran las cosas: La Pantera Rosa, las páginas amarillas, el pelo rojo; también porque sirve de código: los colores de las líneas de metro, indicadores de ducha, etc; porque el color otorga un valor al arte. Y además porque cada color lleva una connotación inherente a la cultura. Este lugar privilegiado del color en la vida social hace que los individuos con la condición extremadamente extraña como la de Harbisson se sientan excluidos.
Para superar esta incapacidad, Harbisson indagó en las teorías de color y sonido, pues intuía que en la equivalencia entre los tonos y la escala cromática estaba la clave. No obstante esos estudios, que encontraba contradictorios entre sí, se consideraba como un sacerdote que dedica su vida a algo que no veía y ni siquiera sabía si existía. Fue en la conferencia cibernética del 2004 en donde conoce al especialista de Digital Futures, Adam Montadon, que le enseña su dispositivo «eyeborg». A partir de este contacto obtiene la prueba de existencia de aquello en que creía: El color existe. (Una nota más detallada sobre este primer encuentro se encuentra en la página de Montadon: Neil Harbisson the cyborg)
En este video vemos cómo Harbisson escucha los colores:
A partir de menos de una octava de tonos la dividía en 360 partes y cada parte significaba para él un color en términos de ondas sinusoidales. Pero como el color no solo tiene tonos, sino que además tiene luz y saturación. Fue cuando se puso en contacto con Peter Kese de Eslovenia quien añadió al eyeborg un nuevo nivel, el de saturación. El cerebro de Harbisson había establecido simbiosis con la interfaz electrónica que creaba sonidos electrónicos que emulaban colores. Cuando Harbisson decide que no existe ninguna diferencia entre su cerebro y el software que le permite «oír» los colores fue cuando empezó a sentir la experiencia de soñar en colores.
En este mismo año, 2004, cuando renovó el pasaporte británico solicitó que se le otorgara el estatus de Cyborg, puesto que lo que cargaba en la cabeza no era un simple elemento electrónico (en muchos países, como Inglaterra, se prohíbe tomar la foto del pasaporte con estos elementos) sino que era parte de su propio cuerpo. Después de que él escribiera la petición, y su médico hiciera lo mismo, se convirtió en el primer cyborg reconocido legalmente en el mundo.
En los primeros tiempos, a Neil Harbisson le tocaba usar auriculares y llevar un ordenador cargado en su espalda como un morral. Luego se puso en contacto con Matías Lozana que convirtió el procesador en un chip y le permitió la posibilidad de mejorar su interfaz al presionarlo al hueso de la cabeza para que desde allí se transmitiera el sonido de los colores. El proyecto de Lozana se puede ver en esta página: eyeb.org
El interfaz no solo le ha permitido a Harbisson la posibilidad de percibir los colores que la mayoría de gente puede ver sino que le ha extendido esta percepción a otros colores que el ser humano no registra como los infra-rojos y los ultra-violetas. En palabras de Harbisson todos nos deberíamos preocupar por percibir estos colores, ya que extendiendo los sentidos se extiende el conocimiento.
Para Harbisson el haberse convertido en un cyborg le ha mejorado la vida. En aspectos como el vestuario ya no solo se preocupa porque la combinación de prendas que usa se «vea» bien, sino también es importante que suene bien. Con los colores de su indumentaria puede crear acordes armónicos que le generen placer. Asimismo, la comida: ya no es suficiente que tenga un buen gusto, también le gusta jugar con ella para crear música. «Imagina comer tu canción favorita». El ir al supermercado se ha vuelto una experiencia similar a la de ir a un club, en donde puede escuchar la mejor música electrónica viendo la combinación de colores de productos. Asistir a las galerías se volvió una experiencia nueva. «Picasso suena bien».
Así es como escucha las obras de arte Harbisson:
Pero la interfaz también presento efectos colaterales curiosos. No solo las imágenes se volvieron música, la música se volvió color.
Harbisson hizo el mismo experimento sinestésico con los discursos políticos de Martin Luther King Jr y Hitler:
Mientras el discurso de Martin Luther King Jr. es más rosado, el de Hitler tiene más colores porque el austriaco tenía más acentuaciones.
También hizo el mismo experimento con himnos nacionales:
Otra cosa que demostró la visión privilegiada de Harbisson es que las ciudades no son grises como por lo general se conciben.
Gracias a su prótesis Neil Harbisson puede comprender el significado de la frase: una chica con el pelo rojo, ojos azules y vestida de rosado. Así lo interpreta:
Otro de los experimentos de Harbisson fue con las caras. Así suenan los colores de cada parte de la cara de una persona:
Cada cara crea un acorde totalmente distinto al de las demás. El único rasgo sonoro similar que el artista ha encontrado en los rostros humanos ha sido el del color de piel. Para él, no existen distintos colores de piel, como se suele considerar. Todos somos color naranja, en distintas tonalidades.
Esta es la manera en que se perciben auditivamente los rostros de algunas caras famosas:
Por último, Harbisson habló de su fundación Cyborg y de los proyectos que ha desarrollado con ella, todos pensados para extender la percepción humana. Entre ellos, está el earborg que está para visualizar sonidos y escuchar palabras; el speedborg desarrollado para la artista Moon Ribas, que sirve para percibir el movimiento.
El hombre ha tenido un proceso de transición durante los siglos. Primero, de mecanoide; luego, a los humanos biónicos-; y, por último, se encuentran los cyborgs. Para Harbisson es necesario que dejemos de preocuparnos por crear aplicaciones para móviles y empecemos a desarrollarlas para el cuerpo humano. «La extensión de sentidos nos brinda una extensión de la comprensión de la realidad.» Contrario a la crítica de que la tecnología nos quita la humanidad, la tecnología, como creación humana, nos hace más humanos. El ser humano está muy limitado en sus percepciones respecto a los animales, a medida que extendamos estas percepciones con la tecnología estamos mejorando nuestra humanidad.
Por último la fundación Cyborg tiene un componente activista a través de las siguientes metas: – Ayudar a los humanos a volverse cyborgs. – Defender los derechos de los cyborgs. – Promover el uso de de la cibernética como parte del cuerpo.
«La fundación Cyborg no quiere reparar gente. Quiere extender los sentidos de la gente y la percepción» Harbisson 2010