Los girasoles mutantes de Van Gogh
El departamento de Biología vegetal de la Universidad de Georgia ha revelado que algunos de los girasoles pintados por Vincent Van Gogh son mutantes (El artículo sobre esta investigación lo puedes leer acá). El arte ha sido, en variadas ocasiones, objeto de estudio de las llamadas ciencias duras. Lo que estos biólogos hicieron con el trabajo de Van Gogh es sólo un ejemplo más. Ya, a mediados del siglo veinte, Karl Jaspers se dedicó a hacer cuadros clínicos de Swedemborg, Strindberg y el mismo Van Gogh.
El haber encontrado que los girasoles de Van Gogh son mutantes podría generar teorías en torno al carácter mutante del propio pintor por haber visto mutaciones en unos girasoles o a que se haga una interpretación que sustente el status de visionario del artista holandés; podría urdirse una historia en la que el lóbulo de la oreja que se cercenó Vincent, haya dado vueltas suficientes en un tarro de formol hasta que un científico la utilizara para crear un clon; quizá surjan planteamientos en los que los girasoles se emparenten con otros monstruos y se reinterprete el arte del siglo XIX.
Sin embargo, lo que los genetistas norteamericanos hicieron, aparte de su arduo estudio, fue elaborar un título que llamara la atención de medios y personas que, normalmente, no se detienen a leer publicaciones especializadas en genética. La utilización del cuadro de Vincent Van Gogh tiene un objetivo claro: ilustrar. No todos pueden tener a un ilustrador de ese calibre.