La crueldad y un libro de Artaud

Para muchos, los chillidos de Artaud serían humorísticos porque los emite un viejo sin dientes. No necesariamente reirían. La risa no es una reacción exclusiva del humorismo. Hay personas que rìen a carcajadas mientras su casa es consumida por el fuego. Ríen porque el llanto domestica el dolor.

Artaud no fue artista. En estos tiempos donde se siguen gestando refriegas en torno a lo que puede considerarese artistico y lo que no lo es, Artaud vuela como un avichucho y ríe ante un espectáculo que ni siquiera es cruel.

La crueldad que trajo Artaud no es el exceso de la violencia. La crueldad de Artaud es un sentimiento, cualquiera que sea, llevado al extremo:

Mientras iban andando su camino, hubo un hombre que le dijo: Yo te seguiré adondequiera que fueres. Pero Jesús le respondió: Las raposas tienen guaridas, y las aves del cielo nidos, mas el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza. A otro, empero, le dijo Jesús: Sígueme; mas este respondió: Señor, permíteme que vaya antes, y dé sepultura a mi padre.

Replicole Jesús: Deja a los muertos sepultar a sus muertos; pero tú, ve y anuncia el reino de Dios (Lucas 9, 57-60)

Acá puedes leer «El Momo» de Artaud.

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