Roger Waters le regala las Malvinas a Argentina
Si vives en un barrio del norte de Buenos Aires, trabajas en una oficina que maneje negocios internacionales y te opones al gobierno y a la tendencia de ciertos gobiernos de izquierda latinoamericana, debes leer La Nación. Si has estudiado filosofía y letras y quieres hacer un centro cultural y apoyas al gobierno de Cristina Kirchner, debes leer Página12.
Estas dos publicaciones son los extremos ideológicos cuya oposición se hace clara con sólo ver los titulares. Son dos países diferentes los que aparecen cada día salvo porque haya una catástrofe como la del tren operado por TBA o por luchas donde se pone en juego a la nación, como ocurre con el diferendo con Reino Unido por las islas Malvinas.
Hace un par de días La Nación publicó una entrevista que le hicieron en Chile a Roger waters, el ex integrante de Pink Floyd que va a hacer nueve conciertos en Buenos Aires, en la que no se evitó preguntarle por el debate que caldea ánimos en los dos extremos del atlántico:
A estas declaraciones se sumaron las que hizo Morrisey quien, en su concierto en Córdoba (Argentina), expresó que las Malvinas eran Argentinas, según lo informó Página12.
El discurso emitido por Waters tiene la vergüenza y la culpa europeas tan características de los que van a hacer trabajo humanitario en África.Además explicita su condición de inglés a la hora de juzgar lo que ocurrió en la guerra de hace treinta años y, después, dice que no se siente muy inglés, haciendo gala de un circunquiloquio propio de los políticos que dice despreciar.
Es tan nacionalista quien se enorgullece por haber nacido en un país que quien se avergüenza. Seguramente el ex-bajista de Pink Floyd repetirá sus afirmaciones en los conciertos de Buenos Aires. Los asistentes gritarán y aplaudirán su osadía inglesa. Los músicos populares suelen opinar de política y a sus admiradores les gusta tanto como a los fanáticos de Cristina Kirchner o Cameron los emocionaría que ellos interpretaran en público «Dark Side of the moon».