Notas de un encuentro de Ciencia Ficción colombiana poco inocente


Der a izq: Luisa Fernanda Trujillo, Antonio Mora Vélez, Albio Martínez y Luis C.

«No hay escritor inocente», esas fueron las palabras que sentenció el maestro Antonio Mora Vélez, el escritor colombiano de ciencia ficción con mayor reconocimiento internacional, al terminar el informal encuentro al  que asistimos  Albio Martínez, historiador caribeño que ha terminado desembocando en la historia de la Ciencia Ficción caribeña; Álvaro Morales Aguirre, escritor también del caribe, docente y director del  Magazín del Caribe; Luisa Fernanda Trujillo, reconocida poeta bogotana: Siana González, cartagenera, estudiante de literatura y ocasional traductora para milinviernos.com; y Luis C, editor  de milinviernos.com (Una charla similar ocurrió hace más de dos años: Un café con la ciencia ficción colombiana)

«Los escritores de Ciencia Ficción dicen del futuro lo que que quieren decir sobre el presente», Albio Martínez insistió, desde su labor de investigador, en especial refiriéndose al libro que escribió sobre José Félix Fuenmayor: entre la tradición y la vanguardia , en el que resaltó el fuerte carácter simbólico de la obra Una aventura de catorce sabios del escritor barranquillero que serviría de semilla que germinaría más tarde en obras más sólidas de la Ciencia Ficción en Colombia de la mano de René Rebetez y Mora Vélez.  «Buscan incidir desde lo simbólico la inconformidad social».

«Albio Martínez está haciendo lo que nosotros debimos haber hecho con René Rebetez y otros escritores años atrás.» Reconoció Mora Vélez, quien por su parte no se mostró muy culpable de ese hecho, tal vez porque sabe que a pesar de la importancia del trabajo del estudio metódico del género, que es necesario, su mayor aporte al género ya lo ha hecho desde la creación misma, creación que ha inspirado a otros a seguir su camino. «Tal vez por su amistad conmigo, Albio se interesó por la Ciencia Ficción, y empezó a trabajar desde su formación como historiador la obra de José Félix Fuenmayor con mayor rigurosidad.»

«Hace falta un sentido investigativo, por el afán de publicar.» Dijo Luisa Fernanda Trujillo, que al mismo tiempo bromeó ante las críticas que le hacen por su prisa en subir sus poemas a su página de facebook. Este comentario sobre la carencia de investigación, permitió a Álvaro Morales referirse a su crítica a la antología Poesía Colombiana (1935-2005) de Fabio Jurado Valencia, en la que lamenta el profundo desconocimiento de la poesía caribeña, además del absurdo reduccionismo de esta a tres poetas y el típico sesgo del autor al considerar como nacional lo que en realidad vendría siendo específicamente una poesía andina.

Es casi imposible que en una reunión con amantes de la Ciencia Ficción no salga a flote el interrogante sobre qué diablos es, en fin, la Ciencia Ficción. Para Antonio Mora Vélez, el mejor ejemplo para definir la Ciencia Ficción proviene precisamente de una novela  creada por uno de los representantes de la nueva generación de escritores colombianos del género: El clon de Borges, de Campo Ricardo Burgos. Es una obra que conjuga lo posible, la ciencia de la clonación, con lo maravilloso, la creación infinita de mundos posibles.

 Para Antonio Mora Vélez, como para mí, el rol del escritor de Ciencia Ficción no está, pues, en la predicción del futuro ni en el realismo científico que promueven algunas corporaciones, o incluso algunos autores que no son del género.  «El gran reto de la Ciencia Ficción es el simbolismo.» Esta disgresión permitió a Mora Vélez contar la fabulosa anécdota que le llevó a conocer la obra de una de las escritoras más importantes del género en hispanoamérica, Daína Chaviano.

Fue en el marco del Concurso de Ensayo de Literatura Cubana Contemporánea. A la Universidad de Córdoba llegó un paquete con 40 títulos de 40 autores. Entre estos le interesó al profesor de ese entonces la única obra de Ciencia Ficción incluida en la colección, tenía como título Fábulas de una abuela extraterrestre. Dice Mora Vélez que por conocer la boca del lobo reconoció la velada crítica a la sociedad cubana que este libro contenía.  El autor colombiano tuvo la precaución de enviar primero el ensayo a la autora cubana, que en seguida le contestó, vía México, diciéndole que tuviera cuidado, puesto que había visto lo que los censores no habían notado.  Si  explicitaba este mensaje, le acarrearía a la escritora los problemas  característicos que un régimen como el cubano impone a sus detractores.  Antonio Mora Vélez hizo algunos cambios al ensayo y obtuvo una mención en este concurso. Seguro, bromea, si lo hubiera dejado tal cual estaba originalmente ni siquiera hubiera obtenido mención.  Ahora, que Daína Chaviano se encuentra viviendo en USA,  este ensayo se puede consultar desde su página oficial: DAÍNA CHAVIANO Y EL HUMANISMO DE LA CIENCIA-FICCIÓN LATINOAMERICANA

Por último, Mora Vélez nos presentó su última novela: A la hora de las Golondrinas. Esta obra se aparta de la Ciencia Ficción y entra en el terreno de lo histórico (Transcurre entre los años cincuenta y noventa del siglo XX). Es, según su autor, «un exorcismo necesario, sobre Montería y su pasado». En ese sentido, esta novela es un viejo ajuste de cuentas con el pasado.

Con esto, Antonio Mora Vélez exclamó al final del encuentro, cuando nos tomábamos la foto: «No hay un escritor inocente.»

Ni siquiera cuando, aparentemente, abandona la Ciencia Ficción.

izq. a der. Siana González, Albio Martínez, Antonio Mora Vélez y Luisa F. Trujillo

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0 Responses to “Notas de un encuentro de Ciencia Ficción colombiana poco inocente”

  1. Kmilo says :

    La version de EL HUMANISMO DE LA CIENCIA‐FICCIÓN LATINOAMERICANA que se puede descargar de la pagina es la original o la censurada?

  2. Luis Cermeño says :

    Debe tratarse del original, está tomado del libro de ensayos de Mora Vélez: Ciencia‐Ficción: el humanismo de hoy. Y de todas maneras es un ensayo bastante explícito: «Toda la novela es una propuesta cifrada de solución a la crisis. Abrir las fronteras, no en Rybel, sino
    en Cuba, es reconocer el fracaso del modelo y salir a la búsqueda de soluciones no dogmáticas.»

  3. Fernando Valle says :

    De acuerdo con Mora Vélez, «El clon de Borges» de Campo Ricardo Burgos es una magnífica novela que, por desdicha, no tiene la publicidad que merecería debido al marginamiento al cual están sometidos los escritores colombianos de ciencia ficción. Efectos de la premodernidad en que aún se debate el país.

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